Estas últimas dos semanas recibí regalos inesperados. De verdad que tengo el corazón lleno de agradecimiento porque muchas veces uno no es consciente de cuánto cariño, amor y aprecio rodea a uno.
Y es que cuando empecé a pedir votos para un concurso en el que estoy participando, las muestras de apoyo se desbordaron de tal manera que me dejaron con la boca abierta. Hace como un mes me enteré de un concurso para periodistas sobre historias inspiradoras de covid-19 y sentí ese latido que me indicó que eso era para mí. Esos latidos que impulsan y que vienen del cielo. Me puse a investigar qué historia podría contar, hasta que a través de un contacto di con una enfermera que ha estado atendiendo pacientes con coronavirus en un hospital de Atlanta. Llegué a su casa solo con esa información, no tenía idea de nada más. Pero fui con la fe de que en medio de nuestra plática surgiera algo. Ella me empezó a contar cómo ha acompañado a los pacientes en sus momentos de mayor soledad y desesperación, pues sus familias no pueden llegar donde ellos. Con la mayor entrega ella les agarra sus manos, les da palabras de aliento, ora con ellos. Su meta es que ellos sientan que alguien está apoyándolos y que no están solos. Su historia me inspiró, pero fue hasta el final de nuestra conversación cuando le pregunté qué la motivó a prepararse en esta carrera que cayó una pieza importante del rompecabezas. Entonces me contó que cuando tenía seis años su hermanita de tres años estaba muy enferma, y recibían la atención de una enfermera. Esa mujer llegaba y cambiaba el ambiente de su hogar. Y hacía reír a su afligida madre. Y aunque su hermanita poco tiempo después murió, esa enfermera dejó huella en ella. Ahora ella está dejando huella en este momento histórico de pandemia en quienes necesitan de alguien que les de amor en sus peores momentos. Contar esta historia es un privilegio. Honrar el ejemplo de esta y todas la enfermeras y el personal hospitalario es un honor. Pero al hacerlo también me he llevado la sorpresa de un aguacero de solidaridad de cada uno de ustedes. Y saben, aunque todavía falta una semana de votación, siento que he recibido el mayor premio, el cariño de ustedes y sus muestras de apoyo. Gracias a los que han votado, muchos votan cada día, a los que han compartido la historia, los que se la han mandado a familiares y amigos para que voten. Algunos han hecho campaña intensa. A mi familia que es mi mejor team. A mis amistades que no han parado de votar y compartir. Gracias de todo corazón a cada uno de ustedes. Mis amigos de Puerto Rico, de Atlanta y de otras partes del mundo. GRACIAS. Aún no sé cómo quedará la competencia, pero ¿saben qué?, me siento ganadora. Aquí les dejo el enlace al video para los que no lo han visto. ¡Un abrazo gigante!
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |