Antes lo decía, hasta con orgullo porque a veces nos ponemos disfraces y llegamos a engañarnos a nosotros mismos.Cuando hablaba de mis defectos decía que era perfeccionista, creyendo en el fondo que ese era una especie de don con una mala reputación. Después de todo, decir que se es perfeccionista es como gritar bajito que uno es bien trabajador, que se esfuerza más de la cuenta, que busca la excelencia y más allá. Eso es lo que yo creía. Sabemos que la perfección es un concepto de cada quien, una idea que muchas veces queda frustrada por lo ideal que es. A veces, incluso hay personas que nunca arrancan sus proyectos porque tienen ese ideal de perfección en la cabeza y hasta que no esté en sus manos que el resultado sea 'perfecto', no mueven un dedo. Hace un tiempo a mi idea de ser perfeccionista se le cayó el disfraz y descubrí lo que hay detrás de esa palabra que parece tan elegante y distinguida. Miedo, eso fue lo que quedó. Detrás del perfeccionismo se esconde el miedo y el deseo de aprobación. Quieres que algo resulte perfecto porque en tu cabeza piensas que así te verán a ti. Cuando un perfeccionista fracasa puede sentirse como un fracasado porque su desempeño es su carta de presentación. Ser perfeccionista puede relacionarse con las palabras ambición o excelencia, pero es más equivalente a la palabra frustración, porque eso es lo que experimenta con frecuencia. He aprendido una cosa importante acerca del perfeccionismo y me ha costado, y es a aceptar y valorar mis esfuerzos y resultados mientras voy mejorando. A no dejar de hacer algo simplemente porque no lo hago 'perfectamente'. Esta actitud no solo nos hace más valientes, sino también más contentos con nosotros mismos. Incluso, aprendemos a reírnos de nuestros errores lo que es tan importante. Si hablamos de barreras para alcanzar nuestras metas o nuestro máximo potencial, tenemos que incluir al perfeccionismo, porque es como un repelente contra el éxito, es miedo en su máxima expresión. No lo confundamos con excelencia, porque son dos cosas muy diferentes. La excelencia es dar el máximo y luchar con pasión por llegar a la meta y este esfuerzo se hace para lograr una satisfacción personal. El perfeccionismo muchas veces lo que busca es impresionar a los demás. Y en la mente del que busca la perfección cree que cuando llegue a ese ideal va a conseguir también la felicidad y en esa espera se le va la vida. La autora Brené Brown define el perfeccionismo como "una forma de pensar y de sentir que dice que si me veo perfecto, lo hago perfecto, trabajo y vivo perfectamente puedo evitar o minimizar la vergüenza, la culpa y el juicio". Entonces, el perfeccionismo quedó desnudo. Busquemos la excelencia, busquemos la autenticidad, la valentía de ser nosotros mismos y seguir creciendo mientras nos equivocamos. Pero renunciemos al perfeccionismo, renunciemos a ese miedo que nos paraliza y que solo genera una constante insatisfacción. A volar libres. Pensamos que la perfección nos protegerá de ser heridos, pero lo que hace es que previene que seamos notados". Brené Brown
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |