Intentaba explicarle a mi sobrina de 10 años lo que es un beeper, le enseñé fotos de lo que parece ahora un artefacto para un museo (aunque hoy día lo siguen usando muchos profesionales de la salud). Cuando le enseñé la foto me miro extañada y me dijo: “eso parece un iPad mal hecho”. Me hizo reír tanto y darme un viaje al pasado recordando la emoción que sentí cuando mis papás me regalaron mi beeper y cuando recibí algún mensaje anónimo. Esa era la última moda y hoy, con tantos adelantos, con los teléfonos inteligentes, llamadas múltiples en video, aplicaciones con las que puedes mandar mensajes, videos, grabaciones de voz y tantas otras cosas, hablar de beepers suena a algo qué pasó hace varios siglos. Si hoy, con todas las opciones que tenemos para comunicarnos optáramos por seguir con los beepers, algo que nos parece impensable, estaríamos limitándonos de tantas maneras de comunicarnos con inmediatez y con un solo dispositivo y no varios que hacen diferentes funciones. Antes, si no teníamos un teléfono celular y nos mandaban un mensaje por el beeper teníamos que buscar un teléfono público para llamar. ¿Alguien recuerda los teléfonos públicos y la fila de gente para llamar? Aunque hoy día los beepers, para casi la mayoría de nosotros, son cosa de un lejano pasado, hay veces que vivimos aferrados a algunos dinosaurios. Con frecuencia se habla de que dejemos atrás el pasado y la exhortación se refiere más bien a las adversidades del ayer. Pero poco se nos habla de aprender a dejar atrás lo bueno del pasado. Y con esto no digo que no apreciemos, agradezcamos y recordemos lo bonito del pasado. Pero con frecuencia nos quedamos atorados en lo bueno del ayer. Y eso es como andar con el beeper teniendo un teléfono inteligente a disposición. Pasamos la vida mirando retratos viejos y celebrando el éxito del 2000, pero de eso ya hace 20 años. Es lindo volver a sentir emoción al recordar buenas experiencias y mantener ese espíritu de agradecimiento por lo que fue, pero creo que con frecuencia cuando nos excedemos en nostalgias lo que ocurre es que nos quedamos estancados. Sabemos que no podemos extendernos si nos pasamos la vida mirando hacia atrás. Y creo que esas experiencias de estancamiento que todos vivimos en algún momento muchas veces se deben a tener la vista puesta en el ayer por demasiado tiempo. Si hoy día estás experimentando momentos de estancamiento mira si has estado mirando la cosecha de ayer por mucho tiempo, pero hace tiempo también que no echas nuevas semillas. La vida es este instante, lo sabemos, pero se nos olvida. Hay dos versículos de la Biblia que nos exhortan a botar el beeper (de alguna manera). “Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Estas palabras del apóstol Pablo en Filipenses nos hacen un llamado hoy día a vivir mirando hacia adelante, teniendo a Dios como meta. En Isaías 43 se nos hace un llamado a dejar atrás el pasado y además un recordatorio de que Dios está trabajando en nuestro presente y futuro. “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”. Lo bueno del ayer es como esas películas lindas en blanco y negro, pero es cinta que ya no compone nada a la acción de hoy. Sonríe al recordar esas imágenes, recuerda siempre aplicar lo que aprendiste, pero no te aferres a eso como a un salvavidas, el ayer no te sacará a flote, son tus oraciones y acciones de hoy. El pasado es lindo para recordar, pero no para quedarse viviendo allá. Sea lo bueno, lo malo, lo feo, vamos a dejarlo donde pertenece y corramos la carrera que Dios nos invita a correr. Él nos ofrece una vida abundante, y sabes, hemos vivido cosas maravillosas, experiencias extraordinarias, pero son demasiadas las que nos faltan por vivir. No permitas que tus bendiciones de ayer limiten las que Dios quiere darte hoy. Guarda el beeper en la caja de recuerdos, agradécele todos los mensajes que recibiste por ahí y despídete de él. Es hora de vivir. Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |