¿Le has dicho adiós a alguien mientras te alejas hasta que en la distancia lo dejas de ver, pero sigues diciendo adiós? Esa experiencia la he vivido tantas veces en el aeropuerto al despedirme de mi familia. Qué difícil decir adiós a los que amas.Hay despedidas esperadas, pero hay otras que nos encuentran fuera de base. Pareciera que nos sacan la alfombra de debajo de los pies y de repente nos sacude la vida cuando nos obliga a decirle adiós a alguien o a algo.
En 1981 mi papá recibió una carta de despido de la compañía en la que trabajaba. La unidad para la que laboraba cerró operaciones e inesperadamente le dijeron adiós a él y a sus compañeros de trabajo. Por años mi papá había sentido el llamado al ministerio pastoral y esta experiencia lo hizo evaluar ese llamado con mayor fuerza. Poco después consiguió empleo en otra empresa, pero su llamado pastoral se hizo cada vez más fuerte y unos años después renunció a su empleo para irse de ministro en la primera iglesia que pastoreó en el barrio Pesas de Ciales. Papi se jubiló hace pocos años, luego de más de 30 años en el ministerio y mucha mucha mucha gente que a través de su servicio pudo hallar esperanza, amor y esa vida abundante que se encuentra en Dios. Un adiós impulsó a mi papá hacia su llamado. Y obviamente en aquel momento él no sabía hacia donde Dios lo llevaba. Estoy segura que pasó momentos de gran preocupación al recibir esa carta de adiós, pensando en nosotros, sus tres hijos y en mami. Pero Dios tenía otro plan y no solo impactó su vida y la de muchos otros, sino también el rumbo de mi familia y doy gracias por eso. A cuántos no nos hay dicho adiós en algún momento. Cuantos no nos hemos quedado con el corazón roto alguna vez porque nos dijeron un inesperado y sin retorno Goodbye! He aprendido que existe una cosa que yo llamo la bendición del adiós. Muchas veces pedimos a Dios que nos bendiga, pero no abrimos las manos para recibir esas bendiciones porque tenemos los puños cerrados apretando algo que no nos pertenece, pero no queremos soltar. Y por eso, muchas veces 'nos quitan' cosas de nuestras manos, de repente, porque si no sucede de esa manera, nunca dejaríamos ir eso que nos atrasa. ¿Qué o quién te dijo adiós? ¿A qué o a quién crees que debes decir adiós? Todos llegamos a esas intersecciones en la vida en las que nos toca decidir. En otras nos llevan a calles sin salida, donde nos toca reinventarnos. Sea cual sea tu situación estás a un paso de infinitas bendiciones sobre tu vida, un tiempo de crecer como persona, de crecer espiritualmente y de encaminarte hacia ese llamado para el que estás aquí, o para encontrarte con esa persona que será tu compañero de vida. Nada ni nadie que salga de tu vida hace falta en ella, por el contrario, eso que se va te ha estado limitando de que puedas caminar libremente hacia adelante, por eso se va. Si te dijeron adiós, guíñales el ojo, tírales un beso y sigue tu camino con fe y determinación. Agradece a Dios la bendición que llegó a tus manos que se llama adiós. Dale las gracias porque lo que viene para tu vida es tan y tan bueno que tuvo que llegar con un buen golpe para llevarte al carril correcto, al de esa felicidad, esa plenitud y ese amor que estás por conocer.
1 Comment
Olga Diaz
6/13/2016 01:00:15 pm
Johanes, me gustaria tener una traduccion en ingles para compartir. Dios te bendiga. Olga
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |