Acabo de ver un mensaje en Facebook que se parece a un lema que he adoptado desde hace un tiempo en mi vida: "No te adaptes a lo que no te hace feliz". Más fuerte y claro, no creo.
En este mundo en el que vivimos hay algunas cosas que se salen de nuestro control, pero hay muchas que sí controlamos y una de esas es la gente que decidimos que forme parte de nuestra vida. Hay muchísima gente que tiene presencia en nuestra vida, pero eso no le da injerencia. Muchas veces agregamos estrés, incomodidad y caos a nuestra vida porque no establecemos buenos límites con la gente, porque queremos estar bien con Dios y con el diablo y nos volvemos esclavos de la opinión ajena. Yo he decidido diseñar mi mundo con lo que me hace feliz. ¿Que hay elementos desagradables con los que tengo que lidiar en mi vida? Claro que sí, pero yo decido qué lugar de importancia, qué espacio le doy en mi vida, qué tiempo le dedico y si se han vuelto algo demasiado cotidiano, entonces tal vez me toque hacer cambios drásticos. Un ejemplo: hay personas que despliegan violencia y resentimiento por doquier. En las redes sociales comparten su veneno. Y yo digo: no gracias. Si yo quiero cuidar mi paz no me voy a regalar gente que desayuna, almuerza y come maldiciendo. No los quiero ni a medio precio. Eso no tiene sentido. Yo creo que es cuestión de sentido común y muchas veces sabemos que en nuestras relaciones humanas estamos yendo en contra de nuestro corazón, pero aún así seguimos adelante, porque no queremos ofender. Queremos ser tan queridos como Barney el dinosaurio. Un consejo: déjalos que se ofendan, si así lo deciden. Ese afán de agradar nos lleva a sitios donde no queremos ir, a juntarnos con gente con quienes no queremos salir, a quedamos en relaciones tóxicas o por debajo de nuestros estándares porque 'peor es nada'. O porque sentimos que solos no podemos o no valemos. Nos lleva a ser infelices y a darnos la espalda. Tú, mi amiga, mi amigo, vales mucho como para no cuidar quién entra a tu círculo. No te adaptes a la infelicidad, más bien diseña y cuida tu felicidad. Y la felicidad muchas veces la vemos como ese destino, cuando la felicidad es una forma de vivir cada día. Y sin duda, las tormentas de la vida nos sacuden y vienen momentos de dolor que son también necesarios. Pero creo que gran parte de nuestros dolores, frustraciones y nuestra falta de paz no se deben a los momentos de revés, sino a nuestras malas decisiones diarias. Aprender a decir que no es parte esencial de establecer tus límites. No le regales tu confianza entera a alguien que acabas de conocer. Ve poco a poco, evaluando cómo va progresando esa relación y te darás cuenta por ti mismo si esa persona merece tu confianza y tu amistad. Son cosas básicas, pero qué mucho fracasamos en eso del sentido común. Hay personas que siempre están con los guantes puestos. ¿Te conviene subirte al ring con ellos? A mí no. Yo amo demasiado mi paz. Y si ellos esparcen violencia, más violenta soy yo cuidando mi paz. En tu casa, en la escuela, en el trabajo, tú decides a quién permites entrar a tu mundo, y sabes a quienes debes tratar con respeto y también distancia. Y hay gente muy buena, gente muy chévere, pero que de alguna forma no te ayudan a tu crecimiento, se pasan en el lamento, o tienen hábitos que tú quieres dejar. Acuérdate que no estás en los 'anónimos', no se trata de un grupo de apoyo. Si la gente con la que te juntas no te ayuda a crecer y te atrasa, sigue caminando. Piensa en todas esas decisiones o relaciones que no están sumando a tu paz, a tu felicidad y date cuenta que muchas veces tú solito te pones la soga al cuello. ¿Quieres una vida más feliz, más pacífica? Pues empieza a construirla. Y tal vez te toque limpiar la casa y sacar todo eso que no te está ayudando con el arca, pero sí con el diluvio. Y prepárate para ver malas caras, gente enojada o sorprendida con tu nueva actitud hacia ellos. Sé respetuoso, sé amable y sigue caminando. Tu paz es sagrada, tu confianza es sagrada. Recuerda no adaptarte a lo que no te hace feliz, porque tú diseñas tu mundo y estás aquí, no para pasar por este mundo como un zombi. Estás aquí para cumplir una misión, para dejar huella y para vivir una vida feliz y tranquila. Lo que no contribuya a eso, le puedes entonar un pedazo de ese bolero 'Nosotros'... "no es falta de cariño, te quiero con el alma, te juro que te adoro, y en nombre de este amor (y ahí cambias un poco la letra) y por MI bien, te digo adiós.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |