Cuando uno se va de la casa por cinco meses y regresa, sorpresas te esperan. Eso fue claro esta semana en mi regreso a Atlanta.
Primero, el carro no prendía. Algo que ya sabía pues hace poco mi hermana fue a revisar la casa. Ella había prendido el carro en otra ocasión, pero en la última no hizo ni ji. La segunda sorpresa es que el calentador estaba goteando. No entendía el porqué. Al irme cerré la llave de paso del agua como medida preventiva porque me fui justo antes del invierno. No quería ni pensar que se congelara una tubería y reventara. Pero, el calentador quedó prendido y el agua caliente que quedaba en la tubería buscó por dónde salir y de ahí el goteo. El miércoles regresé y gracias a Dios llamé a mi seguro de auto y un técnico llegó y resucitó la batería del carro. Esa misma tarde llamé a un plomero que revisó el calentador, abrió una llave y dejó caer un poco de agua acumulada y asunto resuelto. Gracias a Dios, sólo fueron esas sorpresas y tuvieron una fácil solución. Aunque el mantenimiento de casas o carros puede dar dolores de cabeza, con frecuencia hay asuntos más importantes que abandonamos por meses y hasta años, y el deterioro es tal, que en ocasiones ya no hay nada que hacer. Cuántas personas especiales perdemos en el camino por dejadez. Cuántas veces le damos más importancia al mantenimiento de nuestras cosas y no al de nuestras relaciones. Tal vez porque pensamos que son imperecederas. Así se pierden grandes amistades, matrimonios, relaciones con padres u otros familiares. Cuántas veces se actúa en el momento de la emergencia tratando de salvar algo, porque por años se ha abandonado el mantenimiento de esa relación. Uno se imagina una casa que por años no es atendida, que nunca se limpia, nunca se pinta, no se cuida el jardín, no se recoge la basura. El deterioro sería espantoso. Un nido perfecto para las ratas. Pero a veces las relaciones se dejan deteriorar a un punto que podría compararse con esa casa abandonada, pero con habitantes adentro. Hoy te pregunto y me pregunto, ¿qué hemos abandonado? ¿A qué relación importante en nuestra vida hace tiempo que no le damos mantenimiento? Tal vez es con tu pareja, tal vez tus hijos o tus padres. Tal vez una amistad. Hoy es un buen día para hacer esa llamada, para tener esa conversación, para dar ese abrazo, para tener ese date, para comprar esas flores o quién sabe si ese anillo. Para decirle a tu ser querido cuánto le amas y lo importante que es en tu vida, para pedir perdón si hace falta, para tener una plática desde el alma, de esas que no se olvidan, de esas que pueden pegar las piezas. Ojalá que ese mantenimiento sea de llamar a unos técnicos y en pocas horas resolver el asunto. Ojalá sea cuestión de batería. Pero si no es así, la paciencia, la constancia y el amor serán tus aliados para mantener eso por lo que vale la pena luchar. Si el abandono ha sido muy largo, hay que cortar el pasto, limpiar, pintar y volver a sacarle brillo a esa casa para que se vea más bonita incluso que antes de ser abandonada. Yo creo que se puede, yo digo que se puede, yo digo que vale la pena. No abandones lo más valioso que tienes. No esperes a que sea demasiado tarde. Abre los ojos.
1 Comment
Oniel Méndez Irizarry
9/5/2021 10:46:42 pm
eye-opening
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |