Esta semana me llevó a niveles de desesperación que no sé si conocía. Me llevó a momentos de querer apagar todo, no ver más noticias, no escuchar toda ese grito de sufrimiento que estaba dondequiera que miraba.
Pero no había forma de escapar y cuando trabajas en un medio de comunicación, mucho menos. Recuerdo que el 19, mientras hablaban del terremoto en México y del aviso del huracán María me paré y le dije a mi compañera de trabajo: ' ya estoy harta de malas noticias'. Sentía que mi cabeza y mi corazón iban a reventar. Y al siguiente día, mientras María pasaba por la isla, mi corazón oraba, mientras no sabía nada de mi familia y pedía a Dios que los guardara. Mi isla quedó incomunicada y aún hoy, hay personas que no han podido saber de sus seres queridos. Yo doy gracias infinitas a Dios que supe de los míos y que aunque están incomunicados, están bien. Todavía no conocemos todos los daños del paso del huracán María, pero la devastación es impresionante. Pero así de impresionante ha sido la solidaridad de tantos hacia Puerto Rico. He sentido el amor de tantos a mi tierra, incluso desconocidos que me han dicho que están pidiendo por nosotros. Han sido tantos los amigos que me han escrito para preguntarme por mi familia. ¡Gracias! Y México, la tragedia de esta semana ha sido tan dura que me cuesta mirarla. Estoy orando por tantas familias que perdieron sus seres queridos. Por otros que esperan. Esta semana nos dejó a muchos llenos de preguntas, sin duda fue una semana de un antes y un después para muchos. Los 'después' siempre pueden ser para bien o para mal. Yo confío en que estos eventos catastróficos nos traerán un reverdecer de esperanza. Nos darán la oportunidad de reinventarnos, de servir, nos enseñarán a ubicar nuestras prioridades. Y no se imaginan lo valioso que es el simple hecho de poder escuchar la voz de tu papá y tu mamá al teléfono, a veces las bendiciones se vuelven costumbre. Como dice la Biblia podemos estar "derribados, más no destruidos". Tenemos una nueva encomienda y es de levantarnos y trabajar por nuestra gente, por aquellos que nos necesitan. Tenemos un nuevo propósito: levantar nuestro espíritu para levantar nuestra tierra. Lloremos lo que haya que llorar, limpiemos nuestras lágrimas y con fe vamos a levantarnos. Un paso a la vez, vamos a llegar. Dios ponga paz en nuestros espíritus. Yo sé que nuestro 'después' estará lleno de esperanza y nos hará un pueblo que saca lo mejor de sí. Solo basta con ver un poquito de lo que ha pasado en estos días, de ver ese amor y esa solidaridad en México y Puerto Rico. Esta semana sin duda nos dejó sin palabras, nos dejó hasta incomunicados. Pero el silencio nos lleva a la reflexión. Una reflexión pendiente. Una conversación que hemos postergado, aquella que ocurre cuando hacemos silencio y escuchamos lo que el Dios que vive dentro de nosotros tiene que decir. Sin duda esta semana fue una de las más difíciles que he tenido en mucho tiempo, pero sé que del otro lado de ella me traerá algo, nos traerá algo como colectivo. Ojalá nos lleve a evaluar cómo estamos viviendo, hacia dónde van nuestras vidas, nuestro propósito, cómo nos estamos relacionando con las personas que Dios pone en nuestro camino, cómo estamos cuidando la tierra que nos encomendó. Ojalá nos lleve a vivir mejor, porque nuestro paso por aquí no es para siempre. De esta semana no podemos salir igual, de esta semana, de estos pocos días salimos mejor. Y hay dolor, no lo ignores, llora. Abraza a tu hermano. A la distancia ora por él. Y más allá de esas imágenes de destrucción, debajo sigue habiendo vida. No dejes que la destrucción no te permita ver que debajo de los escombros sigue habiendo vida. Como dijo Neruda, "podrán cortar las flores, pero no podrán detener la primavera". Mis hermanos, vamos a reverdecer desde adentro. Un abrazo a todos
1 Comment
Sonia Rivera
9/24/2017 05:59:04 am
Hermosas palabras.Calmaron mi ansiedad.
Reply
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
October 2018
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |