El otro día me pasó algo espantoso. Me levanté en la madrugada al sonido de una puerta que se abría. Me levanto aterrada y me tomó varios largos minutos en reconocer que ese ruido de la puerta había sido un sueño.
Hay sueños tan reales que se mezclan con la vida real y hay sueños que tenemos con los ojos abiertos, pero que los hemos enterrado. Hay áreas de nuestras vidas en las que hemos decidido cerrar operaciones, y le hemos dado sepultura a ilusiones que alguna vez tuvimos. Tal vez añoramos tener un negocio, ir a la universidad, establecer una organización para ayudar a otros, alcanzar un peso saludable, encontrar el amor y formar una familia y la lista sigue. Tal vez lo intentamos, y sí, el intento fue doloroso, fue en tus palabras o tal vez en las de otros, 'un fracaso'. Y decidiste, 'no lo intento más, esto no es para mí '. Y así le pusiste una lápida a tu sueño, lo enterraste, pero la realidad es que tu sueño estaba vivo, lo enterraste vivo. Hay sueños dentro de ti y de mi que duermen, no están muertos, y hoy es un buen día para despertarlos, y no solo despertarlos, sino hacerlo con pasión, con renovada ilusión. Dios no puso sueños en tu corazón para hacerte sufrir, los puso para hacerlos realidad, pero el tiempo y el obrar de Dios es diferente al nuestro. Y muchas veces, antes de regalarnos nuestros sueños moldea nuestro carácter para que estemos listos para recibir lo que tiene para nosotros. Como seres humanos hay un sinfín de regalos en nuestro interior, somos tantas cosas. No te encierres en una caja queriendo ir por un solo camino. Los métodos de Dios tienen el ingenio de quién creó el cielo, la tierra y tu corazón, quien te conoce más que nadie. Y aunque las desilusiones, los golpes de la vida, la falta de recursos pueden dejarnos dolidos, desilusionados y sin ganas de intentar otra vez te pido que te vayas de vacaciones, no al cementerio. Tómate un descanso, todos lo necesitamos de vez en cuando, pero luego de eso, agarra tu sueño, abrázalo otra vez. Tu sueño sigue latiendo, aunque no te parezca. En este año que empiezo estoy despertando sueños que estaban dormidos, teniendo la fe en Dios que ve lo que no veo y tiene lo mejor para sus hijos. ¿Cuál es ese sueño que hace tiempo enterraste? Te cuento que sigue vivo, tan vivo como antes. Vuelve a soñar, encamínate hacia la meta otra vez, vuelve a ponerte los tenis, la ropa de trabajo. Y pon a Dios como tu capitán del barco. Muchas veces nos descarrilamos porque queremos ser el que maneja el barco y queriendo llegar al Caribe llegamos a Plutón. A veces le presentamos nuestro sueño a Dios y luego le decimos, 'ok, ahora yo me encargo'. Empieza a darle la llaves del barco al que lo puede manejar y despierta esos sueños que Dios tiene para ti, mi amiga, mi amigo. Recuerda, tus sueños no están muertos, están dormidos, solo necesitan el toque de Dios para que germinen como semilla en tierra fértil. Vuelve a soñar, lo que Dios puso en tu corazón será una realidad ante tus ojos y los míos. Amén.
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |