Hace muchos años cuando no vivía aquí, vine a Georgia a visitar a mi hermana y cuando salíamos a las tiendas tenía tanto miedo a que me hablaran en inglés y aunque yo sabia las frases básicas temía equivocarme.
Una vez tenía tanto miedo a que me hablaran que ni siquiera puse atención cuando un empleado de una tienda me dijo: "how are you doing" y yo le respondí: "no thank you". Inolvidable momento y cómo se rieron los que me acompañaban. Hay momentos en los no nos sentimos listos para hacer algo. Y a veces vivimos la vida pensando que tenemos que estar preparados para empezar cualquier cosa. Y nos sentamos a esperar que se nos aparezca un ángel y nos de una revelación y tener todo el mapa claro para empezar con seguridad. Y en esa espera nos podemos quedar toda la vida. ¿Quién estuvo preparado para ser padre o madre? ¿Quién estaba listo cuando se casó? ¿Quién no metió la pata en su primer trabajo y en el segundo y el tercero? En la vida cuando empezamos cualquier cosa tenemos que cargar con la valentía en el bolsillo, porque nos vamos a equivocar y no hay seguridad de que las cosas vayan a salirnos como esperamos. Y la vida siempre nos lleva a enfrentar nuestros miedos. Por ejemplo, nunca me imaginé estar frente a la cámara y hacer transmisiones en vivo me sigue causando ansiedad, aunque he hecho varias. Pero es ese miedo a no saber lo que te vas a encontrar lo que te causa ansiedad. Y yo podría decir, no hago las transmisiones y me dedico a otra cosa, si quisiera evitar ese sentimiento, pero al miedo hay que enfrentarlo no huirle. Porque del otro lado hay un montón de aprendizaje que nos hace falta. y porque de todas maneras, yo puedo huirle a una situación, pero la vida me presentará la misma lección con otra envoltura para que enfrente mis miedos. Vamos a pasar la clase de una vez y por todas porque nos siguen repitiendo el dichoso examen. No hay universidad no hay bola de cristal que sustituya la experiencia, esa que tienes que tener sin experiencia. Por un lugar hay que empezar y requiere de valentía, requiere estar dispuesto a arriesgarse a que las cosas salgan como salgan, arriesgarse a críticas, arriesgarse a fallar en el intento, arriesgarse a caídas que pueden ser aparatosas. Y esto no quiere decir que no nos preparemos en lo que podemos. Por supuesto, si hay cursos o libros que nos ayuden a estar más preparados, o personas que tienen esa experiencia que te falta, aprovecha esos recursos. Pero nadie puede dar el paso por ti. Esta semana empecé una nueva página en Facebook e Instagram que se llama Segundistas, donde junto a otra amiga compartimos los tesoros que encontramos en las tiendas de segunda mano, que son mis favoritas. En el proceso estoy aprendiendo de muchas cosas por ejemplo sobre cómo funcionan las redes sociales para este tipo de páginas. Cada una de nosotras tiene ideas, conocimientos y contactos que la otra no tiene y así nos ayudamos. Pero vamos pasito a pasito y aprendiendo en la marcha. Y es importante tener en cuenta que pase lo que pase con nuestros proyectos, los tuyos y los míos, el esfuerzo que ponemos siempre trae conocimientos que nos van a servir. El aprendizaje nadie nos lo quita. Nada se va a la basura. Yo estoy emocionada con este nuevo proyecto y te animo a que tú también te emociones con tus proyectos, sean los que sean. No esperes a tener el mapa completo o la visita del ángel o lo que sea para arrancar tus proyectos, empieza con poquito, si hace falta, pero empieza. Tus pasos te aclararan tus proyectos y te dirán si eso es lo que verdaderamente quieres hacer o te redirigirán, pero con nuevos conocimientos que te harán más competitivo en futuros escenarios. Da ese paso que has estado postergando. No necesitas nada más que lo que ya tienes, ese deseo de comenzar.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |