Esta semana hice una llamada para coordinar una entrevista. La persona con la que conversaba habla inglés y todo fluía bien en nuestra conversación hasta que me tocó decir aquella palabra: 'archdiocese'. Después de una corta pausa, bajito, para que mis compañeros no me escucharan, tuve el valor y dije archi algo, y me dieron ganas de meterme debajo del escritorio de la vergüenza. Al terminar mi conversación con él, mi manera de reaccionar me hizo descubrir algo importante. En ese momento me paré y le fui a contar a un compañero de trabajo para reírme y pasar la vergüenza, mientras le preguntaba a él y a otros colegas como se pronuncia la palabra. Yo solo quería ventilar el momento y reírme un rato de mi metida de pata, pero mis compañeros tuvieron palabras de estímulo como 'no te preocupes', 'a todos nos pasa', 'esa palabra es complicada'. Ese momento un tanto vergonzoso no se compara con otros que he tenido, pero mi reacción fue diferente. No siempre cuando pasamos por un momento de vergüenza se lo contamos a otros y, ciertamente que dependiendo lo que estemos atravesando, debemos ser sabios escogiendo a quién le contamos nuestras experiencias. Pero cuando abrí la boca y les dejé saber de mi metida de pata allí en la oficina y nos reímos, la vergüenza se convirtió en un chiste que me alegró la tarde, no solo a mi, también a otros. Y me di cuenta de algo que luego leí en el libro The Gifts of Imperfection de Brené Brown, la vergüenza no puede sobrevivir cuando uno se la cuenta a otro.
Alguien dijo 'ríete de ti mismo y siempre encontrarás razones para reír' y qué falta nos hace esa risa.
Mi meta para esta semana es aprender a pronunciar la palabrita, mientras tanto seguirme riendo y disfrutando mi imperfección, mientras la comparto con otros. Y tú, ¿cómo enfrentas esos momentos de 'trágame tierra'?
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |