Las imágenes a nuestro alrededor hoy día las capturamos más con la cámara del celular que con nuestros ojos. Desde los chiquitines hasta los grandes tomamos fotos de cualquier cosa como una especie de bitácora visual.Yo soy una amateur de la fotografía, y como muchos tengo la memoria del teléfono llena de tanta foto, porque las fotos contienen algo que trasciende la imagen, implican sentimiento, nostalgia, recuerdos.
Y aunque la fotografía nos ha regalado esa maravillosa posibilidad de congelar momentos, me he dado cuenta que hay imágenes que se desvanecen ante en lente fotográfico, o no sé si es el lente el que se desvanece. Hace unos años fui a San Diego. Estaba en la playa del Hotel Del Coronado y llegué a la orilla justo al atardecer. Mientras el sol caía, yo disfrutaba de ese espectáculo que me regaló Dios y que jamás olvido. Aquel atardecer era tan hermoso que agarré mi cámara con intención de capturar aquel momento. Pero cada vez que mi cámara retrataba aquel paisaje, miraba como las fotos de mi cámara en ninguna forma le hacían justicia a aquel atardecer. Era como si fuera imposible para mi cámara recoger esa imagen tal como la vi. Lo mismo me contaba una amiga fotógrafa que es una de sus frustraciones, que las cámaras fotográficas no tienen la capacidad de capturar lo que captura en ojo humano. Aquel día en San Diego lo comprendí y me senté a deleitarme con aquel hermoso espectáculo, difícil de poner en palabras. Tal vez no recuerdo con claridad la imagen, pero no olvido lo que sentí al estar frente a la obra de Dios y lo que aprendí aquella tarde. Hay momentos en la vida que no son para retratar, son para vivir. Y aunque hoy día andamos por la vida retratando hasta lo que nos comemos y publicándolo en Instagram o Facebook, se nos está olvidando vivir, saborear la vida, vivir conscientemente a cada momento y disfrutar los momentos mágicos que nos regala la vida sin selfies. Y no tengo nada contra los selfies, de vez en cuando me tomo alguno, lo que quiero que reconozcamos es que la vida nos regala oportunidades que no caben justamente en una cámara ni en las redes sociales. Hay experiencias para ser vividas, no para ser retratadas. Hoy te hago un llamado a vivir con intención, a gozar tu vida y a sacarle el jugo. Retrata, claro que sí, pero no dejes que eso te robe el disfrute. Es como le pasa a tantos, van al concierto de su artista favorito y pasan la velada retratando y entonces se perdieron de bailar, cantar, gritar y disfrutar. De estar allí de verdad y no como los fantasmas. La vida no se puede vivir tras el lente de una camarita. Dios nos regaló dos ojos que son la envidia de las cámara más sofisticadas. Y nos regaló una vida para vivirla en tiempo presente y no para verla luego en imágenes, con un extraño sentimiento que es una mezcla de duda y arrepentimiento, de si realmente fuimos a aquel lugar y vimos lo que se refleja en las fotos. Despierta.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |