El problema no es si creímos que la perfección existe o las redes sociales nos hicieron creer tal mentira. El problema es vivir una vida en carrera constante hacia la perfección.
Uno de los enemigos más grandes de la felicidad es la perfección. Ese ideal te aleja de la realidad y absorbe tus días en una carrera sin llegada a la meta. Si una cosa nos ayudaría a disfrutar este año y todos los que Dios nos permita vivir es soltar esa aspiración a ser perfectos. Y ser perfecto significa algo diferente para cada cuál. Para unos se tratará del aspecto físico, para otros, el carácter, para otro el desempeño profesional, la cuenta bancaria, la casa, el carro. Todo esto nos aleja de vivir en autenticidad, de vivir en aceptación de quienes somos, sí, buscando ser mejores cada día, pero celebrando y honrando las personas que somos ahora mismo. Hace mucho tiempo escuché a una cantante y actriz decir que ella no quería ser un ejemplo para nadie. En aquel entonces me chocaron sus palabras. ¿Cómo que no quería ser ejemplo para nadie? Hoy entiendo que cuando vivimos queriendo ser ejemplo estamos buscando aprobación de otros, estamos buscando que otros nos vean con buenos ojos. Y aunque hay vidas inspiradoras, cada quien tiene derecho a vivir su vida como le dé la gana. Creo que ser ejemplo para alguien más no debe ser la meta, sino, más bien, ser un ejemplo para nosotros mismos. Nuestro referente de lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser es nuestro maestro. A mí, en particular, ese ideal de perfección me ha dado muchos dolores de cabeza y frustración. Eso solo trae rigidez y desazón. En cambio, solo disponerse a ser y disfrutar, sin analizar, sin esperar, es lo que nos trae disfrute del momento. Y esa es mi invitación, que este año, soltemos ese ideal de perfección, que nos aceptemos así, como somos en este momento preciso, con todas nuestras flaquezas y debilidades, con todas las marcas que nos ha dejado el camino. Sintamos orgullo y demos crédito por lo que hemos vivido, lo que hemos aprendido, todo lo que hemos superado. Y con la cabeza en alto, el corazón sin cargas y la libertad de no tener que demostrarle nada a nadie, caminemos este 2019 de la mano de Dios. Él te creó y te ama así como eres. Ante sus ojos eres perfecto. Él quiere verte sonreír, desde adentro. Haz que este 2019 sea feliz, eso te toca a ti y me toca a mi.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |