Hace varios años cuando estudiaba en la universidad tomé un curso de redacción de guiones, la clase se enfocaba en la escritura de películas o adaptaciones de libros para llevarlos al cine o al teatro.
Algo me llamó la atención desde que tomé ese curso y fue cuando nos enseñaron cómo identificar a un protagonista. La profesora decía que el protagonista es la persona que durante la trama sufre más transformaciones. Creo que de todo lo que aprendí en la clase es lo que más recuerdo hoy. Una vida rica y bien vivida está llena de transformaciones y esa definición sirve también como análisis para ver si estamos viviendo como protagonistas, si en nuestra vida estamos abiertos al cambio, al reto, o hemos aceptado la comodidad o el estancamiento. Y claro que hay momentos en nuestra vida en los que la rutina reinará y los días se parecerán, pero cada uno de nosotros tenemos una alarma que nos avisa cuando el tedio nos está ganando, cuando perdemos el entusiasmo, la energía, las ganas. Ese es un buen indicador de que necesitamos cambios lo antes posible, y no hablo de grandes cambios necesariamente. Los cambios pequeños son tan importantes como los grandes. Un pequeño impulso hacia la dirección correcta va moviendo el bote más cerca de donde queremos llegar. No se trata necesariamente de un cambio de trabajo, puede ser una nueva afición, un proyecto personal, un cambio en tu alimentación, en tu estilo de vida. El gran paso va detrás de ese primer pasito. Hacer ese auto examen nos ayuda a ubicarnos, a evaluar qué queremos en este momento preciso, porque puede ser que tus metas de hoy no se parezcan a las de ayer. Somos seres humanos en constante evolución y de hecho eso a veces hace que las relaciones que teníamos ayer ya no funcionan, porque cada quien evoluciona de forma diferente. En ese camino de la transformación personal hay que aceptar dónde estamos y dónde está cada quien, sin pelear con lo que es. Pero tampoco adaptándote a una situación que no te favorece. Para ser protagonista hay un ingrediente esencial y es el de la valentía, porque una vida movida por otros hilos no es de protagonista, sino de títere de las ‘circunstancias’. Hay momentos en que las circunstancias se vuelven para muchos una buena excusa para perpetuar la infelicidad, porque es más fácil seguir siendo infeliz que dar el paso hacia esa vida plena que en verdad queremos. No hace falta un análisis demasiado profundo para saber si estás protagonizando tu vida o tienes un papel secundario, incluso un extra de los que ni siquiera se incluye en los créditos. Pero está en tus manos cambiar eso desde este segundo. Tus metas siguen donde las dejaste, solo necesitas retomarlas con el entusiasmo que nunca has tenido en tu vida. De ti depende convertir tu vida en esa buena película que te hace querer ponerte de pie y aplaudir cuando suben los créditos. Si te animas, el primer nombre que verás será el tuyo y sabrás que haber sido valiente, luchador, persistente, valió la pena.
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |