Érase una vez...empiezo así porque les voy a contar sobre una película de esas basada en un cuento de hadas. La protagonista se llama Ella y su historia es la misma de la Cenicienta, con la diferencia de que en su caso padece un hechizo. Su hechizo es la obediencia. Así que Ella obedece inmediatamente a cualquier orden, para bien o para mal. Ella no sabe lo que es decir no. Pareciera que a muchos nos hicieron el mismo hechizo verdad. A veces decir que no es todo un reto. Pero he aprendido que es una de las palabras más importantes en mi vocabulario y en el tuyo también. ¿Por qué a veces cuesta tanto trabajo decir no? Una de las razones más comunes es que nos acostumbramos a ser agradables y complacientes y tememos dañar una relación o estar de malas con alguien. Pero no hay peor sentimiento que darle la espalda a lo que nos dice nuestro corazón. Cuando hacemos eso nos traicionamos a nosotros mismos. Yo prefiero tener un rato de incomodidad con alguien que no se esperaba un no de mi parte a decirle no a mis verdaderos sentimientos. Cuando nos acostumbramos a decir siempre sí también acostumbramos a la gente a nuestro alrededor. Y ellos saben que ese empleado siempre dice sí, que esa amiga o familiar nunca se niega y sabes qué pasa luego, la gente se aprovecha de ti. ¿Y qué pasa en tu vida? Te atrasas o terminas haciendo cosas y arrepintiendote con mayor intensidad que si hubieras dicho que no, porque ahora tienes que lidiar con las consecuencias de lo que en primera instancia no querías hacer. Nuestro corazón, la voz de Dios, nuestro instinto, como lo quieras llamar nos habla todo el tiempo y con claridad. Está en nosotros si escucharemos y si obedeceremos. Todas las personas tienen una agenda. Tú también tienes la tuya. Y tu agenda es tan importante como la de tu prójimo. No dejes que otros te impongan su agenda. Para eso tienes que estar claro de cual es tu agenda. Y hablo en el día a día, de establecer tus prioridades. Pero también de saber cuales son tus valores y defenderlos a capa y espada. En el fondo nuestra dificultad para decir que no viene de que no estamos claros de quienes somos o estamos desorganizados y así cualquiera nos llena la agenda. A veces es inseguridad o una falta de valor a lo que somos y a nuestras prioridades. Decir que no es un arte que irás dominando en la marcha. Con una práctica constante cada vez será más fácil. Y claro, espera gente enojada o que no entienden qué te pasó, que has cambiado. No hagas caso. Sí cambiaste, cambiaste para bien. Cada vez que dices un 'no' te estás diciendo sí a ti mismo, te estás diciendo que tu tiempo vale, que tus prioridades valen, que tus convicciones valen, que tú vales. Deja de ser como Ella, que a todo dice que sí. La que corre un maratón con tan solo una orden. Acuérdate que tú vas camino a la meta, eres una persona con una misión y a las distracciones que no producen nada hay que decirles no. Si eres de esos o esas que siempre estás 'rescatando' a la gente es tiempo de decir no. Esas personas saben que cada vez que te llamen con un 'problema' saldrás como una bala. Esta vez piensa en ti. En lugar de desgastarte llena tu tanque con el combustible que necesitas tanto. Descansa, aliméntate bien, ejercítate y primero lo primero. Si decir que sí es una de tus debilidades siéntate a pensar a qué se debe. Conócete, tus valores, tu agenda y organízate. Esta es una buena base que te llevará a usar la palabra que los exitosos utilizan con frecuencia, porque no se puede ser exitoso a base de sí. Por el contrario dicen que querer complacer a todos es el secreto del fracaso. Recuerda que a diferencia de Ella tú no tienes ningún hechizo, empieza a decir que no, con tranquilidad, sin culpas y con la satisfacción indescriptible de ser fiel a lo que dicta nuestro corazón. Recuérdalo bien, tú vales.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |