Recuerdo que era sábado y esa tarde trabajaba. Me fui con mucha más anticipación a CNN porque ese día había un maratón y nos habían avisado que las calles cercanas al CNN Center estarían cerradas. Además, se esperaba muchísimo tráfico. Entonces, como prevención para llegar a tiempo salí mucho más temprano de lo usual de mi casa. Pero lo que me encontré allí me puso de nervios. Tenía mi GPS puesto porque, aunque sabía mi camino, en realidad yo no conozco el downtown de Atlanta como para manejarlo completo sin ayuda, sobre todo, si muchas de las calles estarían cerradas. Llegué al centro de la ciudad super temprano, lo que me dio tranquilidad al principio, pero cada dirección que me daba Google Maps era infructuosa. Cada calle por la que me metía estaba bloqueada. Intentaba por una y por otra y no había manera. Entonces la frustración empezó a apoderarse. Llamé a la productora del show en el que trabajaría esa tarde como escritora para decirle lo que estaba pasando. Aún era temprano, pero al no ver una salida, pensaba que no iba a poder llegar nunca. Entonces mi mente empezó a pelear con la realidad, con el hecho de encontrar todas las calles bloqueadas, con el bendito maratón, con el GPS que no me estaba sirviendo para nada, con mis intentos infructuosos de acercarme, aunque fuera un poco a CNN. En estos días, recordé el incidente por una cita del productor y escritor Tyler Perry. Él contaba en su libro, “Higher is waiting”, cómo por mucho tiempo intentó sin éxito que se interesaran en su obra de teatro y luego en su serie de televisión, “House of Payne”. Pero algo que me llamó la atención fue su punto de vista hacia los “no” que recibió. “No pelees con lo que es”, dice Perry. “Eso no quiere decir que no lo cambies, solo no discutas con lo que es…Busca otra manera”. Para mí ese punto de vista es maravilloso. Porque cuando nos quedamos peleando con la realidad del momento, como me estaba pasando a mí en esas calles de Atlanta, no podemos ver otras vías o posibilidades, estamos tan atorados en nuestra frustración que eso nos impide abrir nuestros ojos a otras alternativas. En medio de aquel revolú de gente y calles cerradas, busqué recuperar mi paz. Me calmé y decidí que en el primer estacionamiento que encontrara, ahí me iba a parar. Y finalmente lo encontré, no estaba demasiado cerca de CNN y mis zapatos no eran los más cómodos para caminar por aquellas calles, pero era mi realidad y mi oportunidad para bajarme del carro y llegar a mi trabajo. Y así lo hice, con buena actitud, me estacioné en aquel lugar, agarré mis cosas y caminé por aquellas calles contenta de que por fin aquella obstrucción se había solucionado y yo iba camino a mi trabajo sin más contratiempos. Diez minutos antes de mi hora de entrada, estaba entrando por la puerta. Y pienso en cuántas veces no entramos por esa puerta deseada porque estamos aferrados a una ruta específica, de acuerdo con el mapa que nos trazamos en la cabeza. Y decimos, ´si no sale exactamente de esa manera no lo voy a hacer´, y ante rutas cerradas terminamos desistiendo. En lugar de aceptar los hechos del momento tal y como son y plantearnos otra ruta. Pienso cuántos triunfos conseguiríamos en la vida y cuánta más tranquilidad tendríamos si abriéramos nuestra mente a las rutas alternas y no nos obsesionáramos con conseguir nuestros objetivos solo por una vía imaginada y mucho menos por la más cómoda. Hay medios para lograr nuestros sueños, pero muy probablemente no serán los que nos imaginamos. Y tal vez, ya lo intentaste de una manera, y como no resultó, pues colgaste los guantes y piensas que esa meta quedó descartada. En lugar de aceptar la realidad del momento lo que hiciste fue renunciar. Aceptar no es lo mismo que renunciar. Aceptar es reconocer la realidad de nuestras circunstancias, pero evaluando cuáles son las otras opciones a nuestro alcance. Pero si nos obsesionamos con un método en particular que no salió, entonces las otras opciones serán invisibles. Hoy te invito y me invito a evaluar esas metas que descartamos porque encontramos la carretera cerrada cuando intentamos atravesar. Te recuerdo que el mapa es grande, que hay otras vías y que tal vez, no las estás viendo porque estás demasiado frustrado al encontrarte con esa piedra en el camino. Busca la paz en tu corazón y con calma y amor, mira las vías que no habías considerado. Apuesto a que hay una forma o dos para llegar. Es muy posible que te toque caminar más y tal vez con zapatos incómodos. Pero créeme que a mí no me importó nada la molestia en los pies cuando vi ese letrero que me indicaba que mi destino estaba a pocos pasos. ¡Te mando un fuerte abrazo lleno de ánimo! Dios nos abra los ojos para ver esas rutas alternas que nos lleven allí, donde Él nos quiere.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |