Cuando éramos niños hartábamos a la gente preguntando por qué, y con el tiempo muchos crecieron y se hartaron de preguntarse por qué. En mis treinta y tantos he descubierto que la curiosidad no mató al gato, la falta de curiosidad nos envejece. Como cantaba El Chavo en aquel episodio: "si tú eres joven aún, joven aún, joven aún , mañana viejo serás, viejo serás, viejo serás, a menos que con afán, que con afán conserves tus inquietudes y así nunca envejecerás". La curiosidad es una de las cualidades que más necesitamos para vivir una vida con significado. Esa mirada de niños a todo lo que nos rodea es esencial para gozar y vivir el presente. Yo siempre observo y me hago preguntas del mundo y de mi. Eso me ayuda a estar en el salón de clases todo el tiempo, aprendiendo de lo que me rodea y sobretodo aprendiendo de mi. Los seres humanos somos tan complejos y nuestras posibilidades son de aquí al infinito y por eso podemos y debemos pasar la vida estudiándonos, conociéndonos y creciendo. Como decía Facundo Cabral muchas veces lo que estamos es distraídos porque nos rodea tanta hermosura, tanto para observar, tanto para estudiar, tanto para leer, tanto para disfrutar que se nos escapa de la vista y se nos escapa la vida. Yo vivo una vida llena de preguntas a las que le busco respuestas, a veces le pregunto a Google, a veces a Dios, muchas veces a Joha. Una vida sin preguntas es una vida dormida. Y es hora de despertar. Y esto no se trata tampoco de ser gente culta (por serlo), se trata de vivir admirando el universo y haciendo preguntas para así admirarlo más y hacer más preguntas. Se trata de vivir una vida perplejos de admiración y no de aburrimiento. Las preguntas más importantes siempre son las que nos hacemos sobre nosotros mismos y a esas hay que buscarle respuesta. Así que si guardaste a ese niñito que hacía muchas preguntas en una gaveta vete a rescatarlo. Tenemos la maravillosa bendición, el inigualable regalo de la vida, con los pies en una casa que si la aprovechamos es la mejor escuela, no dejes de admirarte, de reír, de hacer preguntas. Nos acostumbramos demasiado a lo milagroso y le llamamos cotidiano. Hay que revertir esa oración. No estás deprimido, estás distraído, Distraído de la vida que te puebla. Distraído de la vida que te rodea: Delfines, bosques, mares, montañas, ríos. Facundo Cabral
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |