En estos días estaba en una tienda cuando empezó a sonar una canción que con solo escuchar unas pocas líneas llamó mi atención.
Hablaba de la mala experiencia de una mujer con su pareja y dice en inglés “según tú soy estúpida, inútil, difícil de complacer, un desastre con vestido... pero según él soy hermosa, increíble y no puede sacarme de su mente”. Pareciera referirse a cómo un hombre la trata mal, y la insulta, mientras que otro la trata muy bien y la adula. Y mientras la canción corre en repetición, la mujer sigue mirándose en los ojos de estos dos hombres. De hecho la canción se llama ‘According to you’ o según tu. La canción me chocó mucho porque en ningún momento la mujer se valora ante sus ojos, sino que valida la versión de estos dos hombres sea para bien o para mal. Cuántas veces en la vida nos hemos definido a los ojos de otros y no a los nuestros. Nos definimos según nos ven nuestros padres, maestros, gente de la iglesia, compañeros de escuela, amigos, jefes, parejas. Y la presión de esas valoraciones es tan fuerte que llegar realmente a mirarnos con nuestros propios ojos es un proceso que toma gran esfuerzo y para muchos, años de trabajo personal, para despojarnos de la imagen que tenemos de nosotros que no es nuestra, sino impresa por otros, aunque se confunda como nuestra. ¿Según quién te ves? Cuando te defines, ¿esas cualidades son tuyas o son lo que alguien más ha dicho de ti? Pensando en esa canción que escuché y en la situación de maltrato emocional que vive la protagonista de ese tema, lo que piense el fulano número 1 o el fulano número 2 sobre ella no viene al caso. Lo que debería importar en todo eso es qué piensa ella de sí misma, el valor y el respeto propio que tenga y que no le permitirá aceptar esa conducta. Pero pareciera que en lugar de enfrentar el problema real que es que no se valora, se desenfoca con la opinión del segundo pretendiente que contrasta con la de su pareja y piensa “entonces no soy fea ni estúpida, porque este me dice otra cosa”, sin pensar que está volviendo a poner los ojos en el sitio donde nunca encontrará su verdadero valor. Llegar a saber quienes somos y valorarnos con todo es una tarea que requiere estar muy despiertos porque es fácil confundir una opinión de otro con lo que somos. Y ese proceso de descubrimiento o redescubrimiento requiere quitar capas y capas de lo que hemos asumido como propio que no lo es. Eso se ve cuando tratamos de probarle a otros que somos de tal o cual forma, cuando nos defendemos de lo que otros opinan de nosotros. La verdad es que como diría la escritora y coach Lisa Nichols, la percepción que otros tengan de ti no es tu problema. Entonces, te pregunto, según tú, ¿quién eres? No según fulano, mengano, ni el otro, según tú. Y solo tú. Porque la opinión más importante que existe en este mundo sobre ti es la tuya. Vive fiel a ese ser imparable y asombroso que eres, pero para eso conócete, conócete muy bien. Y recuerda al momento de ir a hacer las sumas, restas y multiplicaciones de tu vida irte con un espejo. En ese espejo solo hay un reflejo y ese es el tuyo.
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |