Esta semana me tocó ir a Univision a hablar de la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia justo después de que terminó de dar su discurso en la Convención Nacional Demócrata. La verdad decir que 'me tocó' es una manera de decirlo, en realidad, yo decidí ir, luego de que esa noche mi jefa me llamara y me dijera que la persona que siempre va a ese foro se enfermó y me preguntó si yo podía. ¿Has tenido ganas de decir que sí y decir que no a la vez? Bueno eso fue lo que me pasó. Me ponía tan nerviosa lo que pudiera resultar de ese foro, estar frente a las cámaras en vivo y decir un tremendo disparate o quedarme en blanco, sin nada que decir... Pero le dije a mi jefa que iría. Siempre pienso que no llega a mi mano un desafío, si al final las cosas no fueran a resultar bien. Llegué al canal y entre el frío del aire acondicionado y mis nervios, estaba temblando de la cabeza a los pies. Temblando literalmente. Dije, 'Dios mío y qué tal si empiezo a temblar cuando me estén entrevistando'. Y llegó el momento y como es lo común en este tipo de entrevistas, no te dan las preguntas. Me sentía como una de esas concursantes de Miss Universe...y en esa primera pregunta empecé a patinar. Luego pensé en todas las buenas respuestas que pude dar a esa primera pregunta, como suele suceder. Pero gracias a Dios, luego fluí en las otras preguntas y el cierre fue mejor que el inicio. Hoy estaba pensando en lo importante que fue ese momento para mi. No porque fui a Univision, no porque hablé de la histórica candidatura de Clinton, ni mucho menos porque salí en la tele. Sino porque me atreví y en mi atrevimiento hice lo mejor que pude. Y crecí. Muchas veces queremos crecer y prosperar en nuestras carreras, en la vida, pero no estamos dispuestos a enfrentar los desafíos que trae esa meta, a pagar el precio. No nos atrevemos a equivocarnos. No hay meta que no conlleve incomodidad. Repito, no hay meta que no conlleve incomodidad. Y si queremos llegar lejos, tendremos que aceptar y abrazar, si es posible, la incomodidad. Y el resultado ¿será perfecto? No. Ustedes saben que por cada cosa oro. Y estaba orando para que la entrevista de Univision saliera bien. Mi familia y amigos se unieron a la oración. ¿quedó perfecta la entrevista? No, pero quedó bien. La vida es una gran escuela y nos pone desafíos que nos llevan a otro nivel, pero está de nosotros decir sí o no. Arriesgarnos o seguir preguntándonos cómo hubiera resultado, mientras no nos movemos ni un centímetro. Mi consejo: si un desafío viene a ti, hazlo aunque tiembles. Con el tiempo vas a dejar de temblar. A los desafíos diles que sí y perfecto, solo Dios. Y lo que piensen los demás, si metes la pata, si 'haces el ridículo'... Esos demás no van contigo, así que no te preocupes por ellos ni un segundo. Preocúpate más bien por seguir ese camino que te están trazando y que con desafíos superados estás construyendo. Mi deseo es que sigas volviéndote ese gigante, ese ser que cumple su misión en este mundo. Amén a eso. Una vez tenía miedo de que la gente dijera: '¿quién se cree ella que es?' Ahora tengo el valor de levantarme y decir: 'esto es lo que soy'.
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |