Ahora mismo estás respirando y no te das cuenta de que estás respirando. Esta semana yo me di cuenta cuando me empezó a faltar el aire.
De repente, mientras trabajaba se me empezó a dificultar la respiración por la nariz. Tenía la necesidad de tomar aire fuertemente por la boca y obviamente, en días como estos, uno se preocupa. Pero de lo demás no tenía otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza o tos. Veía que cuando me acostaba mi respiración era más fácil. Hubo una noche en particular en la que tuve tanto temor que no me podía quedar dormida. Y en la mañana busqué información para hacerme la prueba del coronavirus. Pero cuando respondí las preguntas de rigor, resultó que no era elegible para tomar el examen porque no era suficiente tener un síntoma, como en mi caso, la falta de aire. Ese día descansé y traté de mantenerme en calma y en la tarde empecé a sentirme mejor. Era una sinusitis alérgica lo que me estaba provocando aquella falta de aire y ya estoy mucho mejor, gracias a Dios. No saben cuán feliz me sentí y cuántas gracias le di a Dios al empezar a respirar mejor y poco a poco volver a ser yo. Porque cuando uno se siente bien ni se entera. Pero cuando no te sientes bien aprecias tu salud de una manera nueva.Y en especial en días como estos que es fácil confundir síntomas que tal vez en otro momento no nos preocupaban tanto. Estamos en una época en la que añoramos cosas del ayer, como yo que de repente añoraba mi respiración imperceptible y sin esfuerzo. Añoramos un abrazo, ver a nuestros familiares y amigos, salir a cualquier lugar, darnos un viaje y hasta ponernos guapos para ir a trabajar, y sin mascarilla incluida. Son esas pequeñas cosas que damos por sentado. Pero creo que esta cuarentena nos hace valorar lo esencial como la respiración. Eso que el dinero no compra. Y nos hace replantear nuestras prioridades. Es posible que hoy estés añorando el ayer. Pero mañana añorarás el hoy. Incluso este momento que vives encerrado con tu familia y que a veces quisieras escaparte. Son oportunidades que no volverán. Y creo que una de las lecciones más potentes de esta cuarentena es agradecerlo todo, empezando por aquello que pensamos que es mínimo, porque en verdad no lo es. Lo que ayer dabas por sentado como salir con tu cara descubierta y hablarle a alguien sin temor o abrazarlo, hoy no lo das por sentado, porque hoy es un lujo que no te puedes permitir. Entonces, esta rara realidad nos hace replantearnos hasta lo más mínimo y agradecerlo todo, todo, todo, como diría Daniela Romo, porque todo es un regalo. Acabas de respirar y no te diste cuenta. Agradece.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |