Hace poco hablaba de la experiencia de cuando Dios dice que no. Que de alguna manera representa, a veces, la muerte de un sueño o de una ilusión.
Pero en otras ocasiones lo que está muerto no es más que la oportunidad de Dios para demostrar el poder de la resurrección. Hoy, Domingo de Resurrección en que celebramos que Cristo venció a la muerte, es una buena fecha para recordar que el mismo Dios que levantó a Cristo de entre los muertos sigue haciendo milagros en nuestros días. Y mira que yo he visto su poder de resurrección en lo que parecía muerto y enterrado. Tú que hoy tal vez has bajado los brazos y te has rendido ante un fracaso matrimonial, sentimental, financiero, en el trabajo, en la escuela, en los negocios, en lo que sea, Dios es capaz de transformar el agua en vino en nuestros días. Él puede resucitar lo que crees muerto. En mi familia somos testigos de un gran milagro y ese milagro es mi abuela Juana. Los médicos la desahuciaron cuando tenía 38 años. Ella estaba en una cama de hospital con una pulmonía que la dejó en coma y cuando los médicos no esperaban otra cosa que su muerte, lo inesperado ocurrió. Mientras mi bisabuela Rosa la cuidaba en el hospital llegó un hombre que oraba por los enfermos. Le dijo a mi bisabuela que él haría una oración, que se fijara en el reloj y que a los cinco minutos mi abuela se despertaría y le hablaría. A los cinco minutos mi abuela despertó. Y hasta el sol de hoy, la disfrutamos a sus 95 años y sigue contándole a la gente que ella es testigo del poder de Dios. Así, como en su momento también lo hizo abuela Rosa, que una vez que fue testigo del milagro de su hija decidió dedicar su vida a hablarle a la gente de Dios y así visitó hospitales y la cárcel para contar su testimonio. Es interesante y extraña la forma en que Dios actúa. A veces contesta nuestras peticiones en el tiempo que la pedimos. A veces cierra puertas y nos manda por otro camino. Pero en otras ocasiones Dios llega en el momento en que ya no quedan esperanzas. En el momento que la muerte se ve más cercana que la vida. Por eso, hoy que celebramos la resurrección de Cristo te invito a reflexionar sobre esas situaciones, relaciones o tal vez áreas de tu vida que parecen estar muertas. Dios sigue, tal como lo hizo con mi abuela, haciendo milagros en nuestros días. Y si estás leyendo esto hoy, no es por casualidad. ¿Qué es eso a lo que decidiste renunciar y dijiste: 'ya no hay esperanza'? Deja que la fe resucite en tu corazón y te darás cuenta que con una sola palabra, Dios puede hacer rodar la piedra de lo que llevaba tres días o tres años muerto y devolverle la vida. Dice la Biblia que María Magdalena fue una de las personas a las que Jesús se le apareció después de resucitar y le preguntó: ¿por qué lloras? Y yo te pregunto: ¿por qué lloras? Sea lo que sea que estés pasando, la mano de Dios tiene poder para darle vida a lo muerto y enterrado. Muchas veces, en lo que nadie tiene esperanza es lo que usa Dios para demostrar que él es Dios. Hoy Domingo de Resurrección, resucita tu fe en el Dios que levanta a los muertos y que llama las cosas que no son como si fueran. Dios sigue haciendo milagros en estos días y yo soy testigo de eso. Tal vez Dios no te contestó tu petición tal y como la habías pedido, pero Dios tiene estilos poco convencionales. Y para él no hay imposibles.
1 Comment
Adriana
4/16/2017 08:07:46 am
Amén 🙏🏼
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |