![]() Cada día tomamos miles de decisiones, desde qué ropa nos ponemos, qué vamos a comer, en qué gastamos nuestro tiempo y dinero. Esas decisiones parecen fluír sin problemas, tanto que a veces pareciera que las hacemos inconscientemente. Pero hay una decisión con la que luchamos más. Cuando vienen los días difíciles, cuando una relación se vuelve amarga, o las cosas en el trabajo no andan bien, sufrimos una pérdida, nuestra salud se deteriora, mientras más se complica el panorama es difícil pensar que podemos asumir una buena actitud ante la realidad del momento. ‘Tú decides’, te dirán algunos, y tú les contestarás: ‘tú no sabes lo que estoy pasando’. Pero, cuando alguien como Viktor Frankl me dice: ‘tú decides’, yo digo amén. Frankl fue un psiquiatra austriaco que sobrevivió los campos de concentración Nazi donde perdió a su esposa y sus padres. Allí vivió el hambre, el maltrato, el frío, la desnudez, lo inimaginable del sufrimiento y la deshumanización. En su libro, El hombre en busca de sentido, habla de su experiencia como prisionero y explica cómo en la peor de las circunstancias, si se encuentra un porqué para seguir adelante, también se encontrará el cómo. Dice en su libro: “lo que en verdad necesitamos es un cambio radical de actitud hacia la vida. No importa si no esperamos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros”. Después de ser liberado, Frankl fundó la logoterapia, basada en las experiencias como preso y con otros prisioneros en el campo de concentración. Escribió más de 30 libros y no paró, tanto así que saco su licencia de piloto a los 67 años. Murió en 1997 a los 92 años. Has conocido personas que a pesar de estar pasando los momentos más difíciles de su vida, tienen una sonrisa en sus labios y tienen palabras de estímulo para otros, ellos son mis personas favoritas. Una de ellas fue mi amiga Jazmín Feliciano, que con un cáncer terminal llegaba a la iglesia a repartir abrazos y sonrisas, con esa energía contagiosa que extrañamos desde que se nos fue. Jazmín vivía una vida de fe y agradecimiento a Dios. Una de las formas más poderosas para combatir la desesperanza y hallar ese porqué del que habla Frankl es el agradecimiento. Cuando uno cuenta sus bendiciones se da cuenta que son muchas y más valiosas que lo duro que estemos pasando. Y cuando estés en esos momentos en los que sientes que la marea de la vida te lleva y no crees poder tomar una actitud positiva, recuerda las palabras de Frankl: “al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias, para decidir su propio camino”. “Cuando no somos capaces ya de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos”.
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |