Cada vez que llego a la oficina en la mañana el oficial de seguridad me saluda por mi nombre y bien pronunciado, cabe señalar.
En un edificio con cientos de empleados él se sabe todos los nombres.Y aunque cada vez que pasamos nuestra tarjeta para poder entrar aparecen nuestros nombres en su computadora, admiro su capacidad de memorización y su gesto de saludarnos por el nombre. Y es que a todos nos gusta escuchar el sonido de nuestros nombres, bueno menos en esas ocasiones en que estamos en problemas, y escuchamos a nuestras madres llamarnos por el nombre, segundo nombre y dos apellidos. Empezábamos a temblar. Hace unos años tomé una clase de inglés en la universidad y leímos un ensayo que se llamaba 'Your name is your destiny'. Recuerdo que la profesora se dedicó a buscar cada uno de los significados de los nombres de los estudiantes o una aproximación, porque hay nombres que son bastante creativos, por llamarlos de alguna manera. Y desde aquel momento me empezó a gustar más mi nombre, que siempre veía como un nombre extraño, difícil de pronunciar. Mis padres me lo pusieron porque conocieron a una mujer que se dedicaba al trabajo misionero y supongo que algo los impresionó mucho de ella para decidir llamarme como ella. La única persona que conozco con mi nombre vive en Venezuela y sus padres la nombraron inspirados en la misma mujer, así que debía ser especial. Pero volviendo al ensayo, descubrí que mi nombre quiere decir: Dios te ha favorecido o fiel a Dios. Y es un nombre de hombre, por eso ya me he acostumbrado a que mucha gente que no me conoce, cuando me mandan emails me escriban, Dear Mr. Roselló. Cuando supe el significado de mi nombre tuvo mucho sentido para mi, y lo pude hacer mío, como nunca antes. Nuestros nombre fueron la identificación que nos dieron nuestros padres, en algunos casos, nos pasaron sus nombres como herencia, en otros se trataba del personaje del momento y en algunos casos como con nuestros abuelos por ejemplo, el almanaque católico dictó sus nombres. No hay control de la que terminará siendo una de las palabras que más escucharás en tu vida. Escuché por ejemplo que en estos días alguien quería ponerle a su hijo Pokemon Pikachu. No nos emocionemos tanto... Pero sí los invito a buscar los significados de sus nombres porque se sorprenderán. Pero más importante aún es estar conscientes de qué nombres nos ponemos a nosotros mismos. Cómo nos identificamos. ¿Victoriosos, débiles, fuertes, inteligentes, fracasados, buenos, malos, capaces, promedio, normales, extraños, extraordinarios, creativos...? ¿Qué nombres nos ponemos? ¿Qué nombres les estamos poniendo a nuestros hijos? Con nuestras palabras, ¿les estamos diciendo que creemos en ellos, que son capaces de lograr lo que se propongan? Sobretodo, nuestro Creador nos puso nombre antes que llegáramos a este mundo, el nos llamó obra maestra, y cuando nos creó, a su imagen, rompió el molde. Por eso no hay huella idéntica. Somos un tesoro creado por manos divinas. Mi nombre, tu nombre, el que está en el certificado de nacimiento puede modificarse, pero lo que importa más es ese nombre que nos dio Dios y ese no importan tus circunstancias, ni los errores que hayas cometido, ni lo que piense el mundo de ti, nunca cambia. Nunca cambiará. Hoy te pregunto: ¿qué nombre te ha dado la gente? ¿Qué nombre tes has dado tu mismo? ¿Coincide con el que Dios te ha dado? El guardia de nuestra oficina se ha aprendido nuestros nombres por repetición. ¿Qué nombre te estás repitiendo tú? Porque definitivamente tal como lo decía el título del ensayo, tu nombre es tu destino. Ese nombre que te repites constantemente determinará tu camino a la meta. Dios hoy te llama por tu nombre, ese que no necesariamente es con el que te inscribieron en el registro demográfico, pero qué cuando lo escuchas decirlo, tu corazón palpita de forma única y tienes la certeza de que tú significas todo para él. Ese es tu nombre.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |