Esta semana conversaba con mi hermana sobre el bullying y me preguntaba, como me he preguntado tantas veces, de dónde salen esas conductas de los niños que agreden a otros sea verbal o físicamente.
Mi hermana opinaba que hay niños que desde temprano muestran ciertos comportamientos como burlarse o rechazar a otros, pero que en ese momento los padres deben corregir esa conducta para que ellos sepan que eso es inaceptable. Y después de esa reflexión aterrizo en la que me ubica frente a ustedes hoy. Cuando pensamos en demostraciones de amor lo primero que nos viene a la mente es un beso, un abrazo, un te amo, una caricia, pero hay una demostración de amor tan intensa que a veces la pasamos por alto y también la evitamos. Decir no, poner límites, corregir una conducta inaceptable son todas formas de amor, ¿hacia quién? Tanto para nosotros como para la persona que recibe esas palabras. Cuando un padre corrige a su niño y le hace saber que burlarse o menospreciar a un compañero es inaceptable le está dando amor. Porque si ese niño no es corregido seguirá haciendo daño y creando una vida en la que tiene el potencial de convertirse en un maltratador, y en sus relaciones va a hacer sufrir, va a sufrir y quién sabe incluso donde acabe si no cambia de ruta. Decir no, en cualquier escenario donde sea necesario, sea en el trabajo o en una relación de amistad o de pareja es fundamental para la paz mental. Y si no establecemos límites nos estamos agrediendo y estamos cediendo nuestro poder a otro. Decir que 'no' es amar. Es amarnos a nosotros mismos y también al que recibe el no, porque Dios sabe que ese 'no' le servirá para algo. Si hoy estás en una relación de poder y control decir un hasta aquí no solo es amarte, sino también amar al otro al decirle 'esto no lo voy a tolerar, se acabó', porque de esa forma también le dejaras claro que para tener una relación sana debe cambiar y si es necesario buscar ayuda para hacerlo. Es difícil establecer límites, pero más difícil es tratar de establecerlos tarde, cuando el árbol ya se dobló, cuando se acostumbraron a que tú te deberías llamar 'si'. Y si ese o esa eres tú, te animo, nunca es tarde para dibujar la línea y decir 'hasta aquí'. Yo les digo que después de un tiempo diciendo no, cada vez tengo menos problemas diciéndolo y hasta lo disfruto, porque cuando digo no a lo que debo negarme, me estoy diciendo si a mí. Eso es maravilloso. Dejemos de confundir el amor con ser complacientes y simpáticos las 24 horas del día. El amor también es apretar los tornillos cuando hace falta. El amor es ser auténtico y que otros sepan que uno es tan humano como la palabra misma. El amor es respetarse primero y apretarse lo tornillos también cuando hace falta. El amor puede venir con una palabra dulce, pero también con una dura. El amor transforma y esa transformación exige mirar esos trapos que dejamos encerrados en el closet para que otros no los vean. Y exige ayudar a otros a hacer lo mismo. Las relaciones humanas significativas nos hacen mejores. Y para llegar a nuevos niveles muchas veces tenemos que ser confrontados con asuntos que debemos mejorar. Tengo gente muy amada que me han dicho mis verdades en la cara. Y yo también las he dicho. Han sido confrontaciones incómodas, pero más adelante fructíferas. Este tipo de confrontaciones lo que busca es que el otro crezca o se de cuenta que puede dar más. Quien nos confronta ve potencial que a veces nosotros mismos no vemos. Tal vez, algunos de los actos más grandes de amor que han hecho por nosotros nunca tuvieron un 'te amo' incluido en la ecuación, pero nos transformaron mucho más que cualquier frase conocida. El amor siempre busca lo mejor para el otro y a veces el otro necesita oír unas duras palabras llenas de amor. Dilas con amor. Pero no dejes de decirlas.
0 Comments
|
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |