Lo que te pasó no fue casualidad. Tampoco fatalidad. Por años oculté experiencias que sufrí en mi adolescencia porque me llenaban de vergüenza y de alguna forma quería dejar a esa persona atrás. Hasta que un buen día me di cuenta de la falta que le hacía a otros escuchar mi historia y lo mucho que me hacía falta contarla. Nuestra historia personal es como un grado universitario que nos confiere la vida y que nos marca con experiencias únicas que tienen mucho que ver con el propósito para el que estamos aquí. Por eso, tu experiencia, en muchos casos dolorosa en su momento, no es para esconderse, es para regalarla a otros. Hay algo milagroso en contar nuestras historias personales y es que tienen el poder de sanar corazones, los de otros y el nuestro. Supe recientemente de Amy Purdy, una mujer que nació casi el mismo día que yo. Ella es actriz, escritora, oradora profesional, diseñadora de moda y snowboarder. Cuando tenía 19 años, Amy se enfermó con una meningitis bacteriana y los médicos le daban pocas posibilidades de sobrevivir. A causa de la enfermedad que pudo vencer perdió ambas piernas y la función renal. Aunque al principio se sumió en una profunda depresión, meses después de recibir sus prótesis y también un riñón que le regaló su papá empezó a practicar snowboarding, deporte que la llevó a ganar bronce en los Juegos Paralímpicos de 2014. El año pasado llegó a la final de Dancing with the Stars. También fundó su organización sin fines de lucro con la que busca ayudar a personas con discapacidades físicas a través del deporte. Amy sabe el poder que tiene nuestra historia personal. En su TED Talk "Living Beyond Limits" dice "hace 11 años cuando perdí mis piernas no tenía idea de qué esperar, pero si me preguntas hoy si cambiaría mi situación, te diría que no. Porque perder mis piernas no me ha limitado. Al contrario me ha capacitado. Ello me obligó a depender de mi imaginación y a creer en las posibilidades". Nuestras historias personales cobran un sentido especial cuando llegan a oídos de esas personas que las necesitan como un signo de esperanza, de que hay luz allá donde no vemos. ¿Cuál es tu historia personal? ¿Cómo la estás aplicando en tu vida? ¿La escondes? ¿Cómo estás usándola para bendecir la vida de otros y la tuya? ¿Has conectado tu propósito de vida con esa experiencia? En mi próximo blog te hablaré de mi historia personal con el deseo de que al igual que yo puedas encontrar cómo tu historia personal, si la aprovechas, se convertirá en tu mayor bendición y en un punto de conexión con el propósito de Dios para tu vida. Si tu vida fuera un libro y tú fueras el autor, qué te gustaría leer en él"
2 Comments
Gretchen Ortiz
11/1/2015 08:33:20 am
Excelente historia. Será de bendiciónba multitudes, empezando por mi persona. 😊. Gracias!
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |