Hace unos años, cuando empezaba a trabajar con MundoHispánico tuve una experiencia muy difícil que me quitó el sueño por unas cuantas noches.
Estaba trabajando en un reportaje sobre una mujer que cruzó la frontera con su esposo, pero si el cruce de esta joven madre fue como de película, lo que vino después de esa travesía fue mucho, pero mucho peor. Resulta que cuando los agentes de Inmigración detuvieron al grupo que cruzaba y los encarcelaron, la mujer decidió delatar quién era el coyote. A ella le ofrecían quedarse en Estados Unidos mientras se veía el caso, y una esperanza de resolver su situación migratoria, una vez procesaran al coyote. Pero de alguna manera en México se enteraron que fue ella quien acusó al coyote y comenzaron a amenazarla con matar a sus niños que estaban allá y a quienes la mujer planeaba traerse más adelante. En medio de esa situación fue que ella me contactó, pero poco después su esposo, que ya había sido deportado, los cruzó por la frontera y se los entregó a los oficiales de Inmigración y los niños entraron al país sin problemas, porque son nacidos aquí. Cuando yo la conocí, ella tenía la tranquilidad de que sus hijos estaban con ella, pero el temor de que el alivio migratorio se le iba a vencer. Por eso yo me di a la tarea de investigar si este caso tenía la posibilidad de obtener otro amparo debido a las amenazas en contra de la vida de la señora y sus hijos en México. Para hacer mi trabajo me comuniqué con el oficial de Inmigración con el que ella se reportaba en Nuevo México, estado por el que entró. Pero al oficial de inmigración no le gustó mi llamada y le dijo a la mujer que por haber llamado a la prensa ella tendría que regresar a Nuevo México y que ahora su permiso temporal acabaría antes de lo previsto y regresaría a México pronto. Cuando yo supe lo que le dijo el oficial a esta chica le pedí que continuáramos con la historia, y habláramos del abuso de poder de esta persona, pero obviamente ella estaba muy asustada y no quiso hablar más conmigo. Ella no era la única asustada. A pesar de que yo estaba haciendo mi trabajo me sentí culpable y responsable de cualquier cosa que pudiera pasarle a esta mujer y sus niños porque estaba segura que la amenaza de violencia en su país era real. El solo pensar que algo pudiera pasarle a esta familia por mi llamada me aterrorizaba. No podía pensar en otra cosa. Y la señora ya no contestaba mis llamadas, así que estaba a la merced de mi fe, únicamente. Recuerdo que allí mismo, en la oficina, pedí a Dios que me ayudara, que guardara a esa familia, que nada malo les pasara. Y le rogué que me dejara saber de alguna manera que ellos estaban bien. A partir de ese momento recuperé la paz y esos sentimientos perturbadores no me molestaron más. Meses después fui a entrevistar a una abogada, desconocida para mi, sobre su organización sin fines de lucro y cuando le pedí que me hablara de un caso reciente de éxito, escogió entre sus archivos un cartapasio crema. Cuando comenzó a hablar fue un momento fuera de este mundo. De todos los muchos casos de la abogada del único que me habló me dejó sin palabras. Ella no dijo nombre, pero yo conocía muy bien aquel caso. Cuando terminó de hablar le pregunté, ¿es fulana de tal? Y ella asintió. En ese momento supe que Dios nunca se olvidó de aquella petición que le hice desde el fondo de mi corazón. Y me contestó, y de qué manera. Por eso, hoy día, sé que lo que yo le pido de todo corazón él me lo responde, en su momento. Hace unos días volví a tener comunicación con la señora. Tiene permiso para vivir en el país, su familia está bien y la niñita que yo vi en aquella difícil situación, una de sus hijas, acaba de celebrar su fiesta de 15 años. Dios tiene maravillas listas para presentar ante nuestros ojos, si somos capaces de creerle. La oración es un arma poderosa y Dios no se olvida de lo que le pedimos desde el fondo de nuestro corazón. Él está listo para sorprendernos y su respuesta no llegará ni un segundo tarde.
4 Comments
Kevin
5/9/2016 08:23:09 pm
Increíble historia. Gracias por compartir.
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Johanes
5/9/2016 09:07:23 pm
Muchas gracias a ti por leerla, Kevin. :)
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Madeline
4/28/2019 03:55:02 pm
Hermoso. Dios es fiel.
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Loyda Ortiz
3/15/2021 09:37:37 am
Muchas gracias por compartir esta historia, y por el recordatorio de que Dios siempre contesta las peticiones hechas
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April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |