El otro día, andaba por las calles del Viejo San Juan y escuchaba a unas señoras hablar. De vez en cuando me pongo a escuchar conversaciones ajenas, por esa alma curiosa mía, no se crean que es entrometimiento, sino limpia y pura curiosidad.
De repente, una le dijo a la otra: “hay preguntas que solo tú puedes responderte”. Yo dije, ‘wow, esto está profundo para jueves a mediodía’, y lo anoté. Y me puse a reflexionar... Yo creo en el apoyo de los amigos, creo en recibir un buen consejo, pero muchas veces nos acostumbramos tanto a buscar respuestas afuera que callamos nuestra voz interior a tal nivel, que terminamos anulándola. Cuando la realidad es que para encontrar nuestras respuestas tenemos que mirar para dentro, no para afuera. La gente te puede decir: ‘yo en tu lugar, haría tal cosa’. Pero es que no están en tu lugar. Y si tú estás en ese lugar hoy, tú tienes el mapa, nadie más. Muchas veces somos unos adictos a buscar respuestas a nuestras inquietudes en cualquier parte, menos adentro. Le preguntamos a nuestras amigas, a nuestra pareja, a nuestros padres, a la tía, a la vecina, al pastor, al cura, a Google. Hacemos cualquier cosa antes que sentarnos y tener una plática con nosotros mismos. Y tantas veces, ni siquiera sabemos lo que queremos porque no nos conocemos bien. Entonces, si cuando tienes que tomar decisiones sobre cualquier cosa o responderte preguntas, vas con cualquiera, menos contigo, te puedes responder ahora mismo quién gobierna tu vida. Ya es tiempo de empezar a vivir, de que solo tú y en tus términos, respondas tus preguntas, tomes tus decisiones. No llegues a viejo dándote cuenta que alguien vivió por ti. Que nunca agarraste el timón porque ni siquiera descubriste que adentro estaban tus respuestas. Hoy es un buen día para empezar a buscar esa respuesta que has querido encontrar en todos los lugares, menos dónde podías encontrar la tuya. Es tiempo de sacar tiempo para conocernos de verdad. Muchas veces, buscamos respuestas porque no hemos hecho el ejercicio diario de conocernos, de saber qué me gusta, qué no me gusta, cuáles son mis valores, cómo quiero contribuir a este mundo, cuáles son mis dones, cuáles son mis debilidades, qué es inaceptable para mí, etcétera. Cuando vamos clarificando quiénes somos y descubriendo, con amor y aceptación todo lo que somos (metidas de pata y defectos incluidos), entonces le daremos la importancia que tiene a esa voz interior, porque tendremos ya un sistema conocido. Porque responder tus preguntas y tomar decisiones sin conocerte es querer usar un GPS sin datos. Hoy te invito y me invito a que miremos hacia adentro cuando tengamos que buscar respuestas. Las personas pueden apoyarnos, incluso pueden compartir una experiencia similar y cómo la enfrentaron, pero a nosotros, no necesariamente nos aplicará la misma receta. Mientras practiquemos el ejercicio de buscar las respuestas adentro, seguiremos recibiendo más respuestas y más respuestas. Se volverá algo natural y ya no iremos en busca de consejeros, porque habremos activado nuestro GPS interior. Dios nos creó modelos únicos y nos dio mucho más de lo que aprovechamos. Nos dio una mente maravillosa y nos regaló lo que algunos llaman instinto, yo lo llamo el Espíritu Santo. En la medida en que conectemos, también nos volveremos más libres. Porque, qué libertad puede haber en estar buscando respuestas de todo el mundo, menos la tuya. Como dijo aquella sabia desconocida y recogió mi oído prodigioso, “hay preguntas que solo tú puedes responderte”. El día es hoy.
0 Comments
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |