Llevaba cuatro años estacionando el carro en el mismo sitio, pero hace un mes decidí pararlo en otro lado. Al principio llegaba al mismo sitio y no encontraba mi carro. Ya me voy acostumbrando al nuevo spot, así que pronto me tocará conseguir otro lugar :). Busqué otro espacio para estacionarme no solo para desafiar mi memoria, sino para retarme a asumir cambios. Este año me ha tocado adaptar muchos cambios a mi rutina laboral y créeme que no ha sido fácil. Eso me ha enseñado que el músculo de la adaptación al cambio es uno que tengo que fortalecer y este año he ido trabajando en él. Pero más allá de todos los cambios que he asumido a nivel profesional, cuántos debo asumir en lo personal. Cuántas actitudes, palabras, pensamientos, como ese lugar de estacionamiento, se han vuelto una costumbre que no produce nada o incluso que en ocasiones puede ser contraproducente. Cuántas cosas en la vida hacemos por costumbre, por herencia, por imitación,por reacción, pero no por deseo ni convicción. Tengo 35 años y hay actitudes, pensamientos, emociones que ya no me sirven. A lo mejor me sirvieron cuando tenía 10, 14, 20 años, pero hoy no. Reconocerlo es el primer paso. Y ¿cuál es la solución? Estacionarme en otro lado. Y tener en cuenta que es un proceso. Así como yo regresaba a buscar mi carro donde ya no estaba, tu mente te llevará a ese lugar donde te has ubicado por años o décadas, pero en una decisión firme tienes que recordarle que ya tú no te estacionas ahí. El cambio, especialmente el que hacemos desde nuestro interior es difícil, por eso creo que lo tenemos que hacer de la mano de Dios, quien realmente puede guiarnos y transformar nuestra vida. También es importante tener el apoyo de gente que nos quiere y desea vernos triunfar. Y claro que se puede cambiar, pero la fe, la determinación, la persistencia, la fuerza de voluntad y agarrarse de la mano de Dios es clave. Cambiar cuesta, pero cuánto más nos costará no hacerlo. Mira en tu interior y pregúntate: ¿qué no me sirve? Qué es lo que vengo arrastrando que es como una banda elástica, siempre me lleva hacia atrás. Reconoce, bota, sustituye. La voluntad para cambiar es, sin duda, una de las mayores virtudes, clave para llegar allá donde queremos.
1 Comment
Gloria Carrillo
9/6/2015 03:48:46 pm
Gracias
Reply
Your comment will be posted after it is approved.
Leave a Reply. |
Archivo
April 2021
De estrenoCada domingo compartiré las lecciones que me deja el camino. Mi meta es que podamos inspirarnos juntos y crecer de nuestras experiencias diarias. Vamos a empezar esta semana con pasión, enfoque y fe. |